Algunas características de la etapa adolescente facilitan el consumo de alcohol y otras drogas, que generalmente se inicia durante este período evolutivo. El problema del abuso de sustancias posee un origen multicausal, por lo que las acciones preventivas deben conjugar múltiples variables. Los factores implicados sugieren la conveniencia de intervenir a nivel familiar, escolar y social. Un reto de la prevención escolar del abuso de drogas escolar es su integración transversal en educación primaria y secundaria. El desarrollo de los temas y actividades en el aula requiere, por un lado, la formación continuada de los docentes y, por otro, el suministro de materiales y medios didácticos para llevar a cabo con éxito esta labor. Para cumplir ambos requisitos es necesario el concurso de la administración.
Pese a los esfuerzos invertidos en prevención, el consumo de alcohol y otras drogas en la adolescencia suscita preocupación en la sociedad. La situación es similar a la de otros países desarrollados. Hoy conocemos que una intervención eficaz debe incluir al menos una fase de adquisición de conocimientos por medio de la transmisión persuasiva de determinados contenidos, una fase de adquisición de habilidades mediante variados entrenamientos y tareas para casa, y una fase de toma de postura personal culminada en un compromiso público sobre el uso de sustancias. Afortunadamente disponemos de varios programas que han probado ser eficaces con población escolar española. Urge, pues, continuar investigando en un campo donde las pautas de consumo evolucionan rápidamente. En este sentido, el programa Saluda pretende reducir el uso recreativo de drogas en momentos de ocio y prevenir el abuso de alcohol y el consumo de drogas de síntesis los fines de semana, constituyendo una intervención novedosa que responde al reto de enfrentarse a los nuevos patrones del consumo juvenil de sustancias
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